Clase 2
Clase 4
- Síntesis 3
Esta síntesis se realizo con base a la lectura:
SÍNTESIS: ESTRUCTURA URBANA.
Clase 8
- Síntesis 4
- Síntesis 4
Referencia: http://urbpaularubio.blogspot.com.co/2013/03/sintesis-la-evolucion-del-concepto-de.html
Clase 9
- Síntesis 5
- Síntesis 5
- Síntesis 6
SÍNTESIS "EL ESPACIO PRIVADO"
El espacio construido por el ser humano, con la ciudad como principal paradigma, es, ante todo, un espacio para ser ocupado, para servir y ser usado, para llenar y vaciar con la presencia real o simbólica, para interactuar con otras personas en un entorno y para interactuar con el entorno en tanto que personas. Es éste un espacio normalizado, definido a través de reglas y convenciones. Los menos, aquellas legalmente estipuladas; las más, aquellas construidas social o culturalmente.
En él, tanto las características físico-arquitectónicas como las normas de uso posibilitan a la vez que construyen la actividad actuando como dos facetas que transaccional sobre una misma unidad. Las personas y grupos interpretan y reinterpretan constantemente esa unidad, significándola para cada ocasión, para cada momento concreto creando así configuraciones contextualizadas escenarios para el comportamiento, para la relación.
De esta forma, el entorno no es meramente el escenario donde se inscribe la interacción social (como mantenía, por ejemplo, el enfoque dramatúrgico de Goffman) sino que es considerado como un elemento más de la interacción. En tercer lugar, perspectivas como el transaccionalismo en psicología ambiental (Stokols, 1987) abogan por romper definitivamente con los determinismos a ultranza que han imperado en el estudio de las relaciones entre el ser humano y el espacio construido.
Ni el ser humano determina unívocamente el entorno en el que se desarrolla ni el espacio hace lo propio en relación con el comportamiento de las personas.
El concepto de privacidad un punto de partida necesario consiste en establecer el marco conceptual de la privacidad, o al menos destacar aquellos aspectos que adquieren mayor expresión y sentido en la vida urbana. Posteriormente abordaremos algunas paradojas en cuanto a la concepción de lo público y lo privado en el espacio y la vida urbana.
Este control selectivo puede entenderse desde dos vertientes: control de la propia interacción social y control de la información ofrecida durante la interacción. Lo que resulta interesante de la propuesta de Altman es que la privacidad no debe definirse únicamente en términos de aislamiento, reclusión o exclusión. Según el modelo dialéctico del autor, para cada situación una persona establece el grado que considera óptimo de acceso de su yo a los otros, constituyendo lo que Altman denomina de la privacidad. En definitiva, una adecuada privacidad resulta del equilibrio entre el grado de privacidad deseado y el realmente obtenido, y estos dos aspectos son definidos por cada persona en cada situación concreta de interacción y regulados por múltiples mecanismos de carácter verbal, no verbal, sociocultural y, por supuesto, espacial.
El espacio público es, radicalmente, un espacio para todos pero el significado espacial es, radicalmente, idiosincrásico de las personas y grupos que se relacionan con él. Y, obviamente, no todas las personas y grupos interpretan de igual forma el espacio urbano. La excesiva estandarización del diseño urbano imperante en nuestras ciudades trata, en una línea diametralmente opuesta, de fijar usos y estéticas tanto en relación al espacio público como privado: los mismos tipos de plazas, los mismos bancos, las mismas viviendas. Sin embargo, esta normativización, más funcionalista que vivencial, olvida algo esencial. El derecho a la ciudad no es tan solo el derecho a usarla, sino también el derecho a interpretarla, a identificarnos con ella, a apropiarnos de sus espacios, a "privatizar" lo público y a "publicitar" lo privado, y ello de manera fluida, espontánea, creativa. Paradógicamente, ahí se encuentra no el conflicto sino la recuperación del espacio urbano como espacio vivo.
- Síntesis 7
LA CIUDAD: LA UNIDAD DE LO DIVERSO
Ciudad y cultura urbana:
La
ciudad se ha convertido en el escenario principal de la vida humana en los últimos
siglos, y al parecer su importancia seguirá creciendo cada vez más en las décadas
por venir.
Las
calles, esquinas, casas, edificios, parques y plazas de las ciudades, son escenarios
en los que transcurre la mayor parte de las vidas humanas, ya sea que se viva
en una gran ciudad, en una mediana, o en un pequeño casco urbano.
La
ciudad aparece cuando la especie humana se hace sedentaria y construye un espacio
estable desde el cual organizar su actividad. Las ciudades ejercen su influencia
sobre provincias, regiones y naciones, y se convierten en centros acumulativos
y distributivos de todo tipo de bienes, y en recintos para la toma de decisiones
que afectan a personas que viven dentro y fuera de sus linderos.
Es
importante advertir es el hecho de que la ciudad es un enorme caleidoscopio
habitado por múltiples formas de pensar, diversas creencias, posturas morales,
pasiones, ideologías y gustos, lo cual la hace altamente heterogénea. A
diferencia de la aldea y la vereda, donde tiende a primar una cierta homogeneidad
de creencias y valores, en la ciudad la diversidad puede llegar a ser casi
infinita.
Por
eso se suele decir que la ciudad es, por excelencia, el escenario de las diferencias,
y por tanto un lugar poco propicio para identidades monolíticas. En la convivencia
de esas enormes diferencias, las ciudades han encontrado un potente motor para
su desarrollo, y un detonante de su empuje y vitalidad. En buena medida, es la
diversidad lo que le permite a la ciudad desarrollar infinidad de actividades
de manera simultánea, y ofrecer tres, cinco, diez, o más formas posibles de
satisfacer una misma demanda o necesidad.
Es
por eso que la cultura urbana es la vivencia de la diferencia aceptada y positivamente
valorada.Por eso, la cultura urbana se constituye en base de la convivencia, y
se diferencia de la cultura de la guerra que se basa en la exclusión, e invita
no a respetar la diferencia sino a tomar partido, y a alinderarse con un bando.
Breve reseña histórica y cultural de la ciudad colombiana:
El
actual territorio de Colombia, antes de la llegada de los españoles, hubo dos
que se destacaron por el desarrollo de sus asentamientos humanos: la Tayrona y
la Muisca.
Los
Tayronas construyeron, en la Sierra Nevada de Santa Marta, una extensa red de
núcleos habitados en las cercanías de ríos y quebradas, que se encontraban unidos
por un sistema de caminos. Estos asentamientos, que se calculan en cerca de
200, se encontraban articulados en una suerte de federación.
Los
Muiscas, por su parte, levantaron una serie de asentamientos humanos más bien
dispersos, ya que se encontraban estructurados a lo largo de las zonas agrícolas
de tres pisos térmicos: frío, templado y cálido. Buena parte de las construcciones
eran habitadas solamente en épocas de cosecha, especialmente en los climas
templado y cálido, mientras que otras, preferencialmente las de clima frío,
eran lugar de residencia más permanente.
En
el período colonial la iglesia y la cruz serían de tal importancia simbólica,
que todo desarrollo urbano las tendría como punto de referencia indispensable.
Así
pues, los orígenes de nuestros centros urbanos en la época de la colonia se presentan
diversos, pero dentro de un contexto general gobernado por la cuadrícula, los
símbolos del castigo terrenal (rollo o justicia y cárcel), los símbolos de la
condena o la redención espiritual (cruz e iglesia) y una enorme pobreza y desinterés
con relación al espacio público. Todos estos elementos, penetrarán de forma muy
honda las mentalidades de quienes habitaban las ciudades.
Estructura física y sociocultural de la ciudad:
La
estructura física de la ciudad está determinada, entre otros elementos, por los
usos del suelo, las centralidades, los símbolos, y los ejes.
Los
usos del suelo pueden ser, entre otros, residenciales, comerciales, institucionales,
o industriales. La forma como se distribuyen y relacionan esos usos en cada
sector de la ciudad, y en la ciudad en general, influyen notablemente en los
niveles de orden y desorden ciudadanos, y en el tipo de conflictos que se desarrollan
entre los habitantes.
Las
centralidades son áreas de la ciudad en las cuales se concentran de forma notable
las ofertas de bienes y servicios comerciales, culturales, educativos, recreacionales, etc. A las centralidades
acuden masivamente los habitantes para acceder a esos bienes y servicios,
dándose así una alta presencia de población flotante.
Los
símbolos son lugares, construcciones, o monumentos que encarnan la historia colectiva
de la ciudad, y expresan sentimientos y valoraciones compartidas. Es por ello
que los símbolos obran como espejos e imanes del alma colectiva.
Los
ejes son los corredores viales, peatonales, ciclísticos, o ambientales, que existen
para desplazarnos por la ciudad o disfrutar de ella.
Ninguna
ciudad puede vivir y progresar, sin los cuatro elementos mencionados.
- Síntesis 7
LA CIUDAD: LA UNIDAD DE LO DIVERSO
Ciudad y cultura urbana:
La
ciudad se ha convertido en el escenario principal de la vida humana en los últimos
siglos, y al parecer su importancia seguirá creciendo cada vez más en las décadas
por venir.
Las
calles, esquinas, casas, edificios, parques y plazas de las ciudades, son escenarios
en los que transcurre la mayor parte de las vidas humanas, ya sea que se viva
en una gran ciudad, en una mediana, o en un pequeño casco urbano.
La
ciudad aparece cuando la especie humana se hace sedentaria y construye un espacio
estable desde el cual organizar su actividad. Las ciudades ejercen su influencia
sobre provincias, regiones y naciones, y se convierten en centros acumulativos
y distributivos de todo tipo de bienes, y en recintos para la toma de decisiones
que afectan a personas que viven dentro y fuera de sus linderos.
Es
importante advertir es el hecho de que la ciudad es un enorme caleidoscopio
habitado por múltiples formas de pensar, diversas creencias, posturas morales,
pasiones, ideologías y gustos, lo cual la hace altamente heterogénea. A
diferencia de la aldea y la vereda, donde tiende a primar una cierta homogeneidad
de creencias y valores, en la ciudad la diversidad puede llegar a ser casi
infinita.
Por
eso se suele decir que la ciudad es, por excelencia, el escenario de las diferencias,
y por tanto un lugar poco propicio para identidades monolíticas. En la convivencia
de esas enormes diferencias, las ciudades han encontrado un potente motor para
su desarrollo, y un detonante de su empuje y vitalidad. En buena medida, es la
diversidad lo que le permite a la ciudad desarrollar infinidad de actividades
de manera simultánea, y ofrecer tres, cinco, diez, o más formas posibles de
satisfacer una misma demanda o necesidad.
Es
por eso que la cultura urbana es la vivencia de la diferencia aceptada y positivamente
valorada.Por eso, la cultura urbana se constituye en base de la convivencia, y
se diferencia de la cultura de la guerra que se basa en la exclusión, e invita
no a respetar la diferencia sino a tomar partido, y a alinderarse con un bando.
Breve reseña histórica y cultural de la ciudad colombiana:
El
actual territorio de Colombia, antes de la llegada de los españoles, hubo dos
que se destacaron por el desarrollo de sus asentamientos humanos: la Tayrona y
la Muisca.
Los
Tayronas construyeron, en la Sierra Nevada de Santa Marta, una extensa red de
núcleos habitados en las cercanías de ríos y quebradas, que se encontraban unidos
por un sistema de caminos. Estos asentamientos, que se calculan en cerca de
200, se encontraban articulados en una suerte de federación.
Los
Muiscas, por su parte, levantaron una serie de asentamientos humanos más bien
dispersos, ya que se encontraban estructurados a lo largo de las zonas agrícolas
de tres pisos térmicos: frío, templado y cálido. Buena parte de las construcciones
eran habitadas solamente en épocas de cosecha, especialmente en los climas
templado y cálido, mientras que otras, preferencialmente las de clima frío,
eran lugar de residencia más permanente.
En
el período colonial la iglesia y la cruz serían de tal importancia simbólica,
que todo desarrollo urbano las tendría como punto de referencia indispensable.
Así
pues, los orígenes de nuestros centros urbanos en la época de la colonia se presentan
diversos, pero dentro de un contexto general gobernado por la cuadrícula, los
símbolos del castigo terrenal (rollo o justicia y cárcel), los símbolos de la
condena o la redención espiritual (cruz e iglesia) y una enorme pobreza y desinterés
con relación al espacio público. Todos estos elementos, penetrarán de forma muy
honda las mentalidades de quienes habitaban las ciudades.
Estructura física y sociocultural de la ciudad:
La
estructura física de la ciudad está determinada, entre otros elementos, por los
usos del suelo, las centralidades, los símbolos, y los ejes.
Los
usos del suelo pueden ser, entre otros, residenciales, comerciales, institucionales,
o industriales. La forma como se distribuyen y relacionan esos usos en cada
sector de la ciudad, y en la ciudad en general, influyen notablemente en los
niveles de orden y desorden ciudadanos, y en el tipo de conflictos que se desarrollan
entre los habitantes.
Las
centralidades son áreas de la ciudad en las cuales se concentran de forma notable
las ofertas de bienes y servicios comerciales, culturales, educativos, recreacionales, etc. A las centralidades
acuden masivamente los habitantes para acceder a esos bienes y servicios,
dándose así una alta presencia de población flotante.
Los
símbolos son lugares, construcciones, o monumentos que encarnan la historia colectiva
de la ciudad, y expresan sentimientos y valoraciones compartidas. Es por ello
que los símbolos obran como espejos e imanes del alma colectiva.
Los
ejes son los corredores viales, peatonales, ciclísticos, o ambientales, que existen
para desplazarnos por la ciudad o disfrutar de ella.
Ninguna
ciudad puede vivir y progresar, sin los cuatro elementos mencionados.
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